Mi verano es de color azul, el azul de las vacaciones, del cielo sin nubes reflejándose en las aguas de rios y lagunas, el azul del mar que llega con desidia a besar la arena.
Por eso he tejido una cinta de delicas que me acompañará durante las vacaciones. Con el color del mar. Y un poquito de la espuma en la playa.

Y terminado el equipaje, llega el otro gran símbolo del verano. Sinónimo de libertad porque permite disfrutar del aire libre a esa parte de nuestro cuerpo que pasa resguardada el resto del año. Con tod@s ustedes,

las chancletas también les desean felices vacaciones. Este blog continuará en Septiembre.
Carpe Diem