Se
acabaron esos días extraños de fiestas y regocijo marcados por una tradición.
Despedimos
el viejo año y celebramos el inicio de uno nuevo lleno de posibilidades.
Repetimos
de nuevo los antiguos propósitos. ¿Los cumpliremos esta vez?
La
Naturaleza presenta una apariencia adormilada, casi sin vida. La vieja luz se agotó,
el calor está muy hondo.
Pero
bajo esa capa mortecina está cuajando la nueva luz que encendimos al empezar el
año.
Aún
invisibles, las semillas enterradas inician el camino con la promesa de una
nueva vida.
Tiempos
densos. Tiempos pesados. Como los ropajes de la Reina y su Dama.
Tiempo
de paciente esperanza. Disfrutadla.
Fotos de las dos más cerca.
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