¿Recordais
el punto? Pues no era final, es “… y
seguido”
Resulta
que yo me animé / ella me animó a sacar las agujas de ganchillo / crochet (en
adelante, también ganchos) a que se airearan un poco y rápidamente decidí qué
hacer con un tiempo que amenazaba con
convertirse en muerto de aburrimiento.
Algo que no soporto. Hasta ahí podíamos llegar.
Y empecé
a practicar con lo que pasaba por delante de la pantalla del ordenador. Buscaba
patrones, practicaba con puntos ya olvidados, rellenaba y probaba
consistencias, y de vez en cuando me tomaba libertades interpretativas de los
patrones.
Decidí
que esas prácticas merecían un buen destino y encontré no solo uno sino seis
destinos: mis compañeras de desayuno laboral. Ellas, sin saberlo, se
convirtieron en mi excusa para mantenerme ocupada y evitar nubes negras en la
cabeza, que eso es muy chungo.
Variando
el patrón inicial del alfiletero, aproveché la lazada exterior del borde para
insertar un remate de color a cada punto y además hice otros cinco puntos
diferentes que mi fotógrafa decidió presentar como si fueran bollos o algo.
No está
nada mal para unos modestos alfileteros ¿Verdad?
Continuara….....
(prometido)
;
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