Ya llegó, ya está aquí, voy a abrir,….. Con cuidado, frágil, que ya avisó Aurea (a l@s chic@s de Correos y a mí).
Oh, un corazón, rojo sobre fondo blanco, y acompañado de muchos corazoncitos, blancos sobre fondo rojo. Cuanta protección. ¡¡¡Qué emoción!!!
Pero…. ¿y esto?, ¿qué le ocurre?, ¿será tímido?, ¿está cansado del viaje?, ¿tiene alguna penita? Abriré el estuche y le preguntaré.
He descubierto que, para los cupcakes de Aurea, esa es su forma cómoda de viajar, con los flequitos para abajo evitando desagradables espachurramientos. De paso se echan un sueñecito, porque viajar sin ver el paisaje es muy aburrido, dicen.
Por fín. ¡¡Bienvenido!!, orgulloso cupcake del Orgullo. Luces precioso, como no podia ser menos. Corazón en vibrante rojo, los brillantes colores del arcoiris, tu capa de base, esa masa horneadita al punto perfecto, capsulita a juego y adornito de cuentas y flecos de plata.
Aunque tu creadora se define “desastre”, las obras de sus manos nos dicen todo lo contrario.
Muchas gracias, Aurea. Yo cuidaré de él y él alegrará mis dias.
PD: En el blog nos vemos.
