domingo, 24 de enero de 2016

Resistirse a perderlo



Hace tiempo tuve un móvil. Viejito y tuneado. Cuando fue muy evidente su ancianidad decidí que era el momento de cambiarlo y ahora tengo un móvil moderno y que me ocasionó un problema. Muy serio. No tiene sitio donde colgarle mis cositas.
Los móviles actuales serán muy modernos pero son difícilmente personalizables. Solo he podido ponerle una funda. Mis colgantes se quedaron huerfanitos.
Y entonces recordé otros objetos tuneables: los USB. Como tengo dos, repartí los colgantes entre ellos y he aquí el resultado:


Triste. El resultado es muy triste. El reparto entre dos provoca grupos raquíticos.
Había que ampliar la decoración y acudí a mi proveedora: Bea, alias 13th Psyche.
Ya no hace colgadores maravillosos como los que yo tenía (Mariposa y Camafeo).
  

Ahora se dedica a fantásticas botellitas rellenas de jardines en miniaturas como la del collar "Ofelia"que me regalaron hace poco. Y son divinas. Tanto que tuve problemas para elegir.
 

En principio me decidí por estas tres: "Margarita con Caspia", "Barco de oro" y "Flor dorada"


 


Pero también me gustaban estas dos: "Loto" y "Lino"

Que hacer, que no hacer. Dilema "Hamlet". "Tic - Tac".

Al final me decidí. Hice el pedido con los cambios necesarios para colgarlos de USBs y aquí están:


Cual pescadilla que se muerde la cola, surge un nuevo problema: Es demasiado para dos USBs. ¿Y para tres?

Pufffff. ¡Qué lio! Con mi móvil viejito esto no me pasaba. ¿Nostalgia?

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